Dolientes todavía por la reciente defunción del compañero Juan Anton Ros, recrudece aún mas nuestro dolor tras el conocimiento del paso a otra vida de nuestra compañera, ex-empleada del Colegio, Mari Carmen Campiñéz Fernández, tras sufrir un implacable y letal infarto escasos días atrás.
Para quienes no la conocisteis, Maricarmen, que ingresó en el Colegio como auxiliar administrativo con tan solo 16 adolescentes añitos, mostró desde un principio una magnífica actitud, implicación, capacidad y dotes de liderazgo, cualidades que le valieron para ganar la confianza de las sucesivas Juntas de Gobierno, hasta alcanzar, en 2003, el cargo de Secretaria de la Junta de Gobierno y Coordinadora de Personal, cargos que mantuvo hasta que voluntariamente cesó en los mismos, con motivo del traslado de su residencia familiar a Madrid, allá por 2008.
Trabajadora incansable, eficaz y responsable, querida y respetada por sus jefes y compañeros, líder y amiga. Estoy seguro de que quienes tuvisteis la suerte de conocerla, reconoceréis y suscribiréis, una por una, todas mis palabras.
Valgan estas pocas letras para honrar su memoria y mostrar el reconocimiento y agradecimiento de todos nosotros – colegiados compañeros o jefes, pero todos amigos- por el trabajo realizado y por su continuo desvelo por el buen funcionamiento de nuestro -su- querido Colegio.
Descansa en paz, amiga. Tu huella queda, indeleble, en este tu Colegio.