Los costes directos de construcción en edificación residencial, que comenzaron a moderar su ritmo de crecimiento en 2022, se estabilizan en el primer semestre de 2023 con una ligera subida del 2,8% interanual, según refleja el Índice de Costes Directos de Construcción que elabora ACR, que se situó en 172,04 puntos al cierre de junio.
En concreto, el índice se elabora tomando como referencia los precios tanto de los materiales de construcción como de su elaboración y, además, la mano de obra necesaria para su instalación. Importes que, en conjunto, representan el coste directo de construcción, que supone, aproximadamente, el 80% del importe total de construcción.
«Después de un importante periodo alcista, desde el tercer trimestre de 2022 vemos que los precios han tendido a estabilizarse. El estancamiento de la Guerra de Ucrania, la normalización de las cadenas de suministro y la bajada de los precios de la energía son algunos de los factores que han repercutido en el precio de algunas materias primas, como el acero, el aluminio, el cobre o el vidrio, en los que se aprecia un ajuste frente al precio acumulado desde el 2022, afirma el director general de ACR, Guillermo Jiménez Michavila.
“Aunque no se esperan bajadas drásticas en los costes directos de construcción, el dato del primer semestre de 2023 refleja una estabilidad muy esperada por nuestro sector, ya que nos permite eliminar incertidumbres ayudándonos a prever el comportamiento de los precios”. “Sería deseable que se mantuviese de cara al cierre del año”, ha destacado el director general de ACR.
Otras variables como la evolución de la economía china y de su mercado inmobiliario o la falta de tendencia y volatilidad del mercado, en un contexto económico y geopolítico incierto, hacen que sea atrevido aventurar previsiones en el medio plazo sobre el comportamiento de los precios, según explica la compañía.
La mano de obra repunta ligeramente
Uno de los factores determinantes en la composición de los costes directos de construcción es el coste de la mano de obra, que venía mostrando cierta estabilidad en el último año. Sin embargo, en el primer semestre de 2023 la mano de obra repunta ligeramente y vuelve a mostrar incrementos.
“La escasez de talento cualificado es un problema estructural en este sector. Somos desde hace años un sector envejecido, masculinizado y poco atractivo para las nuevas generaciones. Esto hace que la mano de obra sea uno de los principales factores que provocan la subida de los costes directos de la construcción”, explica Jiménez.
Señales de estabilización
Los costes directos de construcción han cerrado el primer semestre de 2023 con un incremento interanual del 2,8%, situando el Índice de precios pagados en 172,04 puntos, medio punto por encima del nivel alcanzado en el primer trimestre del año, cuando se situó en 171,45 puntos.
Se mantiene así la tendencia alcista iniciada en 2015, año desde el que se registra esta serie. Una línea de crecimiento que se puede apreciar, de manera generalizada, en todos los sectores y no solo en construcción.
En esta serie de costes directos de construcción, solo se aprecian caídas puntuales durante la crisis sanitaria del 2020. Sin embargo, en 2021, los costes retomaron la senda de incrementos, que se vio acrecentada en los últimos dos años, especialmente durante el segundo semestre del 21 y el primer semestre del 22.
En este primer semestre de 2023, la partida que más acusa las subidas es carpintería de madera, con un incremento de precios 10,39%. A continuación, se sitúan los falsos techos y revestimientos y los alicatados, que marcan subidas del 9% y del 8% respectivamente. En el lado opuesto, los precios de vidriería bajan un 8,5% interanual, y la carpintería exterior registra una corrección del -3,9%.