Los edificios solo serán sostenibles si se analizan sus impactos ambientales desde antes de su construcción hasta después de su demolición, es decir, si se impone la perspectiva del ciclo de vida. Así se desprende del proyecto europeo Life Level(s), impulsado por la Comisión Europea para generalizar la edificación sostenible en Europa mediante una mayor sensibilización y la utilización del marco Level(s) , es decir, el conjunto de indicadores comunes de la Unión Europea para abordar el comportamiento medioambiental de los edificios a lo largo de todo su ciclo de vida.
“La sostenibilidad de un edificio solo es demostrable si se analizan de forma integral los impactos ambientales de los productos utilizados en el edificio a lo largo de todo su ciclo de vida, desde el suministro de materias primas, hasta la producción, transporte, uso y gestión de residuos”, como explica Borja Izaola, experto del Área Técnica de Green Building Council España (GBCe) y coordinador de Life Level(s).
Este marco Level(s), potenciado y adaptado a la realidad del mercado gracias al proyecto Life Level(s), permite que prime esa perspectiva de ciclo de vida a la hora de analizar la sostenibilidad de un edificio. De esta manera, Level(s) supera la visión anterior, que era una suma de aspectos parciales sin lógica integral, y facilita que todo el sector se estructure en torno a este ciclo de vida.
“La finalidad de este marco informativo es plantear un lenguaje común a la hora de abordar la sostenibilidad en los edificios, para lo que incluye un conjunto acotado de indicadores y parámetros que hay que medir para evaluar el grado de sostenibilidad en la edificación”, resalta Izaola.
Asimismo, la Comisión Europea ha referido al marco Level(s) varias de sus nuevas herramientas legislativas, lo que se traduce en que, para cumplir con algunas leyes europeas, hay que usar esta metodología que tiene en cuenta seis grandes objetivos: minimizar las emisiones de carbono de todo el ciclo de vida del edificio, optimizar el diseño del edificio desde la economía circular, hacer un uso eficiente del agua, crear espacios cómodos y sanos, adaptar los edificio a los futuros cambios climáticos, y no perder de vista todos los costes del ciclo de vida del edificio.
“El cumplimiento de los 16 indicadores clave de Level(s), que se enmarcan en el análisis de ciclo de vida (ACV), el coste de ciclo de vida (CCV) y la calidad del aire interior (CAI), va a ser imprescindible en los próximos años”, vaticina Bruno Sauer, director general de GBCe, quien ha resaltado que la falta de datos y de conocimientos especializados en el sector ha puesto muy difícil hasta ahora la aplicación de estos indicadores.
Impulso de la certificación
Las certificaciones de sostenibilidad de la edificación ya existían antes de Level(s). Sin embargo, la implantación de este marco, promovida durante los últimos tres años por el proyecto europeo Life Level(s), ha permitido duplicar la superficie total de edificios certificados en sostenibilidad en Europa hasta los 250 millones de m2 en el periodo 2019-22. “La forma más sencilla de informar sobre el cumplimiento de los edificios con los criterios de Level(s) es a través de certificaciones de tercera generación como Verde y DGNB, que introducen la perspectiva de ciclo de vida”, resalta Paula Rivas, directora técnica de GBCe.
Así, estos certificados de tercera generación permiten entender todos los flujos que entran y salen del edificio, desde antes de su construcción hasta después de su demolición, lo que permite adoptar grandes decisiones estratégicas. “Fijarse sólo en una etapa del ciclo de vida del edificio ofrece una visión parcial de la realidad”, considera Rivas.
De esta forma, Level(s) se convierte en la pasarela para que tanto los edificios de nueva construcción como los rehabilitados que se limitan a cumplir los criterios del Código Técnico de la Edificación (CTE) pasen a un escenario de mayor sostenibilidad a través de la certificación.